Por: Steven M. Arana
“Viajar sirve para ajustar la imaginación a la realidad, y para ver las cosas como son en vez de pensar cómo serán”. – Samuel Johnson
¿Cuantas veces has pensado en viajar y conocer nuevos destinos? ó ¿Cuantas veces has planeado con tus amigos un viaje a otra ciudad y al final no se hace nada? Has llegado al punto en querer romper la monotonía del día a día y hacer de tus viajes una experiencia única e inolvidable, pero te da miedo viajar solo. Pues, comparto contigo algunas de mis experiencias viajando en solitario por distintos paraísos de Nicaragua.
El miedo es el primer choque que tenemos al momento de querer experimentar o hacer algo nuevo. Nos da miedo el pensar que dirá la gente al vernos caminar solos por las calles de Granada, nos da miedo pensar que nos robarán en el Malecón de Managua, o nos da miedo perdernos en un barrio de León... Tranquilos, todo está en nuestra mente y para comenzar a viajar solos, tenemos que romper con todo este miedo.
Las mejores experiencias se ganan viajando solo ya que somos dueños de nuestro tiempo y controlamos las rutas que debemos seguir hacia nuestro siguiente destino. Viajar acompañados de una o más personas es saber si a él ó a ella le gusta el lugar que yo quiero conocer, o si le gusta el mismo restaurante donde sirven la comida que a mí me gusta. Quizás yo quiera caminar por las calles de la ciudad para visitar museos y nuestro acompañante piensa en alquilar un vehículo para llegar más rápido. Pues por esas razones HAY QUE VIAJAR SOLOS!
La primera vez que salí solo de Managua fue en una escapada después de clases a mi bella Granada. Ese día estaba indeciso si aventurarme a ir solo o invitar a un amigo, pero puse todo en orden, miré el presupuesto que tenia para el viaje y termine yéndome solo. En todo el camino mi mente se inundó de dudas y de miedos, pensaba en qué hacer cuando llegue a la ciudad, me daba pena pensar en calles repletas de turistas y verme solo en una ciudad que no conocía. Me aterrorizaba entrar a un restaurante repleto de extranjeros y sentarme en una mesa solo y pedir una orden.
Cuando hacemos algo por primera ves, es normal que nos de miedo, que nuestra mente se llene de inseguridades, pero luego ese miedo se convierte en una fortaleza y se convierte en el vicio más exquisito que puedes tener. Viajar solo, es conectarse con uno mismo, es meditar y ver de diferentes formas los retos de la vida.
Consejos:
1. No tengas miedo de perderte.
No hay nada mejor para conocer una nueva ciudad que perderse entre sus calles. Me paso en Granada, caminé por toda la ciudad y recorrí casi todas las iglesias católicas, admiré su arquitectura y su historia.
2. Prepara tu cámara o celular para tomar buenas fotos.
Totalmente necesario es llevar siempre consigo un cargador portátil para mantener cargado nuestros dispositivos ya que las fotografías serán parte de nuestros recuerdos.
3. Investigar la ciudad y los alojamientos.
Importantísimo es saber sobre la ciudad que vamos a visitar, conocer sus principales atractivos, saber si es peligroso o no y sobre todo las opciones de alojamientos que puedes tener en esa ciudad, mas que todos los precios de hoteles u hostales.
4. Disfruta.
Lo mejor de todo es disfrutar el momento, utiliza cada viaje para mejorar como persona, para hacer nuevos amigos, para madurar y conocer nuevas culturas y formas de vida.
¡TODO VIAJERO DEBE SER UN SOÑADOR!